Momentos de complicidad [ I ]...

La complicidad entre dos personas facilita la comunicación entre ellas, son esos momentos , en los que las palabras carecen de sentido, es entonces cuando cualquier mínimo gesto, enlaza dos ideas simultáneas entre tu y yo.

Recuerdo que nada más llegar me senté en la mesa del fondo, había muchas mesas vacías pero quería sumergirme en una realidad en la que sino podiamos estar solos , si por lo menos intentar estar lo más tanquilos posible. Se acercó un camarero y le pedimos un par de cocacolas. Justo en ese instante te sentaste sobre mi rodilla. Quise que el tiempo se parará, lo deseé con todas mis fuerzas, cerré los ojos.. por un momento creí haberlo conseguido pero el tiempo seguia avanzando. Te abracé y me besaste. Aún cierro los ojos y puedo sentirte sobre mi... Me preguntaste.. Te hago daño?. Claro que no quédate ahí el tiempo que desees es maravilloso.

En ese momento la complicidad entre ambos había llegado a lo más alto. Pude verte sonreir un par de veces. Ya no necesitaba nada más, es todo lo que deseo. Mientras tanto volviste a besarme...

Ven y vuelve a sentarte sobre mi rodilla...

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Sentada en mis rodillas y a mi cuello abrazada,
se ha detenido el tiempo, la palabra dormita,
el pensamiento inmóvil no se ocupa de nada,
e ignoran los oídos a quien murmura o grita.

Qué lejanas las sombras que las nubes proyectan,
y las dudas qué absurdas y qué insignificantes,
que aún estando en el fondo del alma, no la infectan,
y aún hiriendo sus teclas no suenan discordantes.

Flota la mente ausente en exótico nirvana,
el sentimiento fluye profundo pero lento,
y en la quietud serena ni el sentido se afana,
ni la ansiedad destruye la magia del momento.

La cabeza en el hombro resuelve los dilemas,
evade los conflictos y el horizonte amplía;
susurraré a tu oído uno de mis poemas,
y te amaré esta noche que es joven todavía.

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