Viaje a la Sierra de la Alpujarra [primera parte]
De vuelta...
Si, lo bueno si breve, provoca síndrome post-vacacional.
De aquí a un par de meses se me habrá pasado, para entonces, estaré con las vacaciones de Navidad y a la vuelta volveremos a empezar.
En resumen, puedo contaros que han sido unas vacaciones geniales, marcadas por momentos inolvidables. En las que lo primordial, era desconectar de la a veces agobiante rutina. Y tanto que lo conseguí, que al volver el lunes al trabajo, no recordaba como abrir la tapa del portátil..
Las vacaciones empezaron un sábado por la mañana, en la que recuerdo perfectamente que me pasé varias horas grabando CDs de música para amenizar las largas horas que pasaríamos en la carretera. Pero un despiste provocó que aquellos CDs nunca viajaran en la maleta.
Nunca había hecho un viaje tan largo en coche, pero eso era lo menos importante. Después de un chorro de horas, Granada parecía estar a nuestro alcance. Pero no sabíamos que lo peor estaba frente a nosotros. Ya pasado Granada , algo más de 100 kms alejado de la capital, pudimos leer un cartel que indicaba un desvío hacía La Alpujarra, nos estábamos frotando las manos, cuando empezamos a ver como la carretera se hacía por momentos más estrecha , empinada y serpenteante. Casi 70 km de una carretera, no apta para personas con vértigo y propensas al mareo. Una hora y pico más tarde llegamos a Mecina Bombaron.
Lo habíamos conseguido, ahora había que encontrar nuestro cuartel general.
Tras dejar nuestras cosas en la casa, había que pegarse el primer chapuzón de la temporada. Tocaba relajarse, nada podía fallar..
Iluso de mí, que me lo creí. La racha de mala suerte, por llamarla de alguna manera, no había hecho nada más que jugar la primera mano, y la partida se las prometía larga.
Mientras estábamos tirándonos unas fotos en el jacuzzi, la cámara de fotos decidió que le había llegado su final.
[Qué iba a hacer yo sin la cámara de fotos??].
Eso mismo pensé yo, mientras realizaba maniobras básicas de reanimación sobre su minúscula estructura. No había nada que hacer. Le había llegado su hora.
A la mañana siguiente hubo que bajar a Granada a comprar una cámara de fotos nueva, y aprovechaste la ocasión para comprarte ropa más fresquita. [Vaya pinta que llevabamos por el Corte Inglés de Granada], imaginaros la escena, que a los dependientes , les daba pánico acercarse a nosotros.. Y eso tiene su explicación. Y es que pensamos que Granada capital , tenía playa. Ajajajaja. Si me pilla mi profesor de Geografía, me quita el Graduado Escolar.
Después de esto parecía que reinaría la tranquilidad…
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noe -