Celos...
De noche, cuando no entiendo que tu sueño se derroche,
cuando mis notas se protegen con el broche,
el que la luna y silencio me prestó.
De noche, cuando tu magia se resbala entre tu boca,
cuando mi alma se refugia como loca
de los suspiros que de ti quieran salir.
Cuando duermes.
Siento celos
de no ser dueño del lamento de tu boca,
siento celos
de la tormenta que la noche te provoca, celos.
Siento celos de la tela que te arropa,
siento celos, celos.
Irremediablemente celos,
los que me dicen cuando todo sabe a poco,
los que me indican con pellizcos mis enojos,
los enemigos de los versos que escribí.
Cuando duermes,
es tu mirada la que inunda mi condena,
es mi mirada la que sufre en mi esa pena,
en que tus ojos son oscuros para mi.
Cuando duermes.
Siento celos
de no ser dueño del lamento de tu boca
Siento celos
de la tormenta que la noche te provoca, celos.
Siento celos de la tela que te arropa,
siento celos, celos.
Celos
de no ser dueño del lamento de tu boca,
siento celos
de la tormenta que la noche te provoca,
siento celos de la tela que te arropa,
siento celos, celos del borde tu boca,
del roce de tu ropa.
Irremediablemente celos,
irremediablemente celos.
(Antonio Orozco, Irremediablemente celos)
1 comentario
Almu -
no hubiera dado todo en un principio,
no hubiera sido la noche en tu espalda,
ni congelándote de frío.
De haberlo sabido,
me hubiera ido sin decirte nada,
no hubiera sido tan duro contigo,
no hubiera habido corazón en la garganta.
Peor que el olvido,
fue frenar las ganas de verte otra vez.
Peor que el olvido
fue volverte a ver.
Me sobran motivos,
pero me faltas tú sobre la cama.
Y ahora que las calles están llenas de bandidos,
cuando necesito de tu madrugada,
cuando ya te has ido,
cuando me parte en dos de una tajada,
no hubiera dudado en quedarme contigo,
de haber sabido que no me esperabas.
(Quique González, De haberlo sabido)