Quizás etéreo... sin descartar lo tangible
Ando por las calles dirigiéndome a cualquier sitio buscando entre otras cosas un posible estimulo que me ayudé a dar el siguiente paso para poder avanzar. El 99’99% de los destinos que elegimos a lo largo del día son bien claros y sabemos llegar a ellos fácilmente, por el contrario existen una serie de destinos que se desconocen antes e incluso durante el periplo. Esto suele desencadenar lógicamente en eventuales perdidas de la localización de uno mismo. Pero estaréis conmigo de acuerdo que cuando uno no sabe bien lo que anda buscando difícilmente sabe donde iniciar la búsqueda..
Esta vez tenemos más o menos claro lo que andamos buscando, por lo menos hemos oído hablar de ello todos nosotros alguna vez en nuestra vida, bien en la infancia, la adolescencia o menos comúnmente en la madurez de la persona. Por suerte estuve saboreándola casi a diario durante casi tres años, pero un día de la noche a la mañana desapareció por mi ventana.
Difícilmente creo que volveré a encontrarla con la “misma” forma con la que se fue. Las últimas veces que pensé haberla encontrado estuve rondando entre notas musicales, billares, infinidad de gotas de agua y el clic de validación de mi título de transporte.
Qué forma tiene vuestra felicidad?
1 comentario
Rakel -
Ahora lo que intento es, primero, ser feliz yo y, una vez conseguido, compartirlo con los demás, pero sin dejarla en sus manos.
Muy bueno el post! Me ha gustado!
Besotes!